Viernes y sábados. | 6€ |
Miércoles. | 4€ |
Lunes, martes, jueves y Domingos. | 5.5€ |
Proyecciones con música en directo. | 8€ |
Venta de entradas: | En la taquilla del cine a partir de las 20:45. |
Dirección: | Parque de la Bombilla, Avenida Valladolid S/N. Entrada por detrás de las iglesias de San Antonio. [ver mapa] |
Horarios de proyección: | Comienzo de proyección 22:15 horas. |
Autobús: | 41, 46, 75 y N17 (búho). |
Metro: | Príncipe Pío. |
Cercanías: | Príncipe Pío. |
Coche: | M-30 salida 19 dirección norte. M-30 salida Av. Valladolid dirección sur. |
Mayo de 1984, los madrileños se agolpan a las puertas de los míticos cines de la Gran vía, en el palacio de la música “El precio del poder” con un imponente Al Pacino, deja a los espectadores boquiabiertos, en cambio las parejas y adolescentes están dudando a que joven promesa del celuloide ver, un tal Kevin Bacon desconocido por la gran mayoría en “Footloose” o el atractivo Tom Cruise comiéndose el mundo en “Risky Business”. Las colas se forman en la taquilla, aun nadie puede ni imaginar un mundo con internet. En la tele, ya en color siguen emitiendo las dos únicas cadenas nacionales y con asombro el tema de conversación en la cola de la taquilla gira en torno a historias de un conocido que se ha comprado un video!!!, los más entendidos preguntan ávidos de conocimiento y debate, ¿será Beta o VHS?. Con este panorama resulta mucho más fácil entender como el 28 de julio más de 5000 personas hacen cola en el parque del retiro para ver nada más y nada menos que Indiana Jones y en busca del arca perdida, una película de 1981 que aún siguen llenando salas 3 años más tarde. Ha nacido FESCINAL (Festival de cine al aire libre) Y a lo largo del mes de agosto de 1984 las dos salas situadas en pleno corazón del parque del retiro se llenan noche tras noche. Por aquel entonces Don Tierno Galván, dirigía desde la plaza de la Villa la ciudad de Madrid, comprendió que la ciudad es muy grande y no todos los madrileños se pueden ir a Torrevieja a veranear, por lo que hacía falta acercar el ocio y la cultura a todos aquellos que se quedaban a disfrutar de la operación asfalto en la urbe, así nace “Veranos de la Villa”, teatro, danza, música y cine. Para disfrutar de las cortas noche de verano en la capital.
La década de los ochenta es, sin duda uno de los mayores apogeos de la industria del cine, sobre todo de los grandes estudios americanos, pero FESCINAL nace con la idea de recuperar esos grandes éxitos que desaparecen de los cines y que no hay otra forma de ver en pantalla grande, y como no, para dar al espectador la posibilidad de ver en la gran pantalla cine independiente y de autor que solo algunos con suerte pueden ver en los pocos festivales de cine que se celebran a lo largo del territorio español. Algunos podrán recordar con nostalgia el IMAGFIC, que también tuvo lugar en esta década, único festival con proyección internacional y de gran alcance que ha tenido la capital, desarrollado también por los organizadores de FESCINAL. Resulta fácil entender que las películas revelación del festival terminaran luego en las pantallas a cielo abierto de FESCINAL. Las 5000 butacas de hierro y madera del cine de verano se llenaban, no solo día a día, sino sesión tras sesión, ya que por aquel entonces al público no le importaba trasnochar tanto como ahora y era raro el día que no amanecía proyectando en las pantallas después de la tercera sesión de cine en los ya famosos maratones de más de 7 horas de cine ininterrumpidas.
La década de los noventa entra de sopetón, una desconocida Esperanza Aguirre, se sienta en la concejalía de medio ambiente, y decide que tanto cine no deja descansar a los pájaros del retiro, desplaza al cine de verano al parque del templo de Debod. Pero tras un verano son los técnicos de patrimonio los que desplazan una vez más el cine de verano para preservar el templo, algo mucho más comprensible, al fin y al cabo, los pájaros tienen alas. Volvemos a saltar, esta vez nos desplazan al parking de la plaza de toros de las Ventas, aquí entendimos que importante es rodearse de naturaleza en la ciudad, el asfalto derretía el plástico de las nuevas y cómodas sillas del cine de verano, rápido todos comprendimos que este no era un buen lugar para disfrutar del cine a cielo abierto, y por fin en 1994 aterrizamos en el parque de la bombilla, nuestro hogar definitivo. Las cadenas privadas han llegado a nuestros hogares, Telecinco empieza su emisión con “Indiana Jones y en busca del arca perdida”, parece que esta película es fetiche. Los videos se han convertido en un electrodoméstico más y el VHS parece que ganara la batalla en la guerra de los formatos. Los video clubs están en su apogeo. Y Por desgracia IMAGFIC desaparecerá de la vida de los madrileños a mediados de la década. Pero FESCINAL sigue año tras año siendo refugio los cada vez menos madrileños que se quedan atrapados en la capital.
Se acabo el siglo XX, el miedo infundado del famoso efecto 2000 que destruiría todos los ordenadores, lejos de convertirse en un gran guión para el cine, fue en un espejismo que lo único que si consiguió es aumentar la velocidad en la que la tecnología se implantaría en nuestras vidas, internet ha llegado a nuestros hogares, al video no le ha dado casi tiempo de romperse y ya estamos pensando en comprarnos un reproductor de DVD con sonido digital 5.1 en CASA!!!, en vez de tarjetas de crédito en nuestras carteras se agolpan los carnet de socios del video club, ya no saben dónde colocar tantas películas. El cine de verano tiene una de sus primeras mini crisis, cuesta llenar las sesiones, y no queda más remedio que reinventarse, el cine español empieza a tener su auge, y como no, cogimos la ola, comienzan los coloquios con directores de cine español. El auge de los videoclubs nos hace replantearnos la programación de las películas, ya no vale proyectar una película con más de un año de vida desde su estreno. Así que fijamos la vista en recuperar títulos de invierno, esas películas que no te dio tiempo a ver en el cine, ahora es tu momento. Y sin darnos apenas cuenta los videoclubs desaparecen de nuestra vida, suplantados por la televisión por cable e internet.
La segunda década el nuevo siglo llega con una de las mayores crisis económica que ha vivido el país, pero, aunque parezca mentira, esto propicia un pequeño apogeo del cine de verano, llega el momento de apretarse el cinturón y aquella visión de tiempos pasados de acercar el cine a todo el mundo por un precio razonable cobra más sentido que nunca, nos convertimos sin darnos cuenta en el “cine del todo a 100”, los madrileños no pueden irse a la playa tan fácilmente y la bombilla se convierte en refugio de los sofocantes veranos de la capital. Pero llega una nueva sorpresa que cambiara las salas de cine para siempre, el cine en 35mm llega a su final y se instaura el cine digital, en 2013 Fescinal monta el primer proyector de cine digital, que convive con el 35 durante este verano y en 2014 no queda más remedio que digitalizarse completamente. Aún hoy en día echo de menos la magia del 35mm, aquel traqueteo aun suena en mi cabeza cada vez que pincho al símbolo del play en la pantalla táctil, llamarme antiguo. Internet hace de las suyas y llega la época de la piratería, Quién no haya visto una película grabada desde un cine, que levante la mano, el buen cine escasea y tenemos que echar mano de ideas frescas, el cine indy y de autor tiene su auge, Películas como “Birdman”, “Moonlight” o “Parasitos” arrasan en los Oscars, parece que las historias sociales y emocionales son ahora tendencia, junto a los super héroes que invaden nuestro universo.
Y aquí estamos una nueva década ha comenzado con una pandemia que nos ha cambiado la vida, parece que ya queda lejos en nuestra memoria. La pandemia nos ha dejado la explosión definitiva de las plataformas digitales, ahora todas las grandes productoras cinematográficas dividen su producción audiovisual, Disney+, HBO, Netflix, Apple TV, forman parte de nuestras vidas. FESCINAL sigue reinventándose, las películas que hace 40 años duraban en cine tres o cuatro años, ahora no llegan a cuatro semanas en cartelera y rápido aparecen en tu plataforma favorita. Pero lo vintage está de moda!! y que hay más vintage que un cine de verano con sus películas ochenteras y sus palomitas a granel??. Aquí seguimos con los estrenos más trepidantes del verano y los clásicos más adorables de la historia del cine. Las salas de cine aún no se han recuperado del covid, pero yo estoy tranquilo, hay cine para rato, porque no hay nada más bonito que una sala entera riendo o llorando o el aplauso unánime cuando la película que uno ha visto es de su agrado, esa magia sigue en FESCINAL.